Quienes llevan más años en el campo de las finanzas, y de la Bolsa de
Valores, podrán sostener sin reparos que las oportunidades de obtener ganancias
pueden aparecer aun en los momentos menos esperados.
Siendo prudentes, encontraremos que ante cada resultado negativo que nos
muestren los índices de la BVL, no debemos ser presas del pánico, pues el descenso de estos números no
es sinónimo de pérdida de dinero. A diferencia de lo que las personas puedan
pensar, el dinero depositado sigue en su lugar pero el inversionista tiene que
esperar a que recobren su valor como precio de acciones.
Luego de haber realizado
cualquier análisis al mercado, y de haber recuperado el valor, el inversor
puede comprar más acciones, o vender aquellas por las que tanto se preocupaba.
En su gran mayoría las inversiones que resultan rentables son de mediano y
largo plazo.