Para descubrir nuestras
necesidades financieras contamos con la ayuda del asesor financiero,
profesional que analiza los movimientos y circunstancias pasadas, presentes y
futuras de quienes sean sus clientes.
Asumiendo la edad, el patrimonio
disponible, la situación profesional y familiar, y todas las inversiones que
disponga, el
asesor realiza un análisis financiero. Teniendo en cuenta su perfil de riesgo y sus necesidades.
Solo con toda esta información
–además de su tipo impositivo, el patrimonio disponible- se puede llevar
a cabo una asesoría financiera. Es entonces que ofrecen las recomendaciones
de inversión, según las circunstancias del cliente. Adaptándose también al
contexto actual de cómo se encuentra el mercado.
De más está señalar también que
la relación entre el asesor y su cliente debe basar en la más sólida confianza,
con responsabilidades y derechos plenamente asumidos por ambas partes y en
igual grado.
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